TDH



                   Hace unos días, mi profesora de psicología nombró en clase un tipo de trastorno llamado TDH y aunque nos explicó un poco de que trataba, por curiosidad busque más información sobre él al llegar a casa. Por si os interesa y ya que me parece interesante os lo comparto. 

El TDH son las siglas de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. En nuestra sociedad occidental cada vez son más los niños que padecen este trastorno es común especialmente en la infancia. A ciertas edades es habitual que los niños estén más inquietos, nerviosos y se distraigan con una mayor facilidad. Esto forma parte del carácter y el temperamento de muchos niños. Sin embargo, existen algunas condiciones que se salen de lo normal. Está considerado como un trastorno neurológico que se diagnostica especialmente en la infancia, aunque también hay casos de diagnostico en la adolescencia y algunos que se pueden llegar a dar incluso en la edad adulta. 


Los síntomas de estos niños suelen ser las dificultades para prestar atención, distraerse con facilidad y tener una capacidad muy baja de concentración. Por lo que es muy común que dejen las tareas a medio hacer, que presenten una gran inquietud motora y exceso de energía por lo que están moviéndose constantemente. La conducta de estos niños suele ser muy difícil de manejar, suelen sacar de quicio a cualquier persona que esté cerca de ellos, los padres acaban desbordados sin saber que hacer ya que suelen meterse en problemas debido a su comportamiento impulsivo. Su inestabilidad emocional hace que se desesperen con facilidad y expresen sus emociones de una manera  intensa.


Una de las preguntas que me hice al leer sobre este trastorno fue si es aprendido o genético. Buscando aprendí que los investigadores han podido dar una respuesta al respecto. Hasta el 80% de los casos que observaron tenían un componente genético, es decir, que no eran las condiciones ambientales las que explicaban la conducta de estos niños.

El diagnóstico del TDH lo realizan tanto psiquiatras como psicólogos a través del Manual diagnostico de los trastornos mentales.  Una de las claves para que los educadores presten una especial atención a los niños que puedan presentar esta problemática puede ser que habitualmente, los síntomas empeoran en las situaciones que exigen una atención o un esfuerzo mental  o que carecen de atractivo o novedad  (por ejemplo escuchar al maestro en clase, hacer los deberes  o leer textos largos que no son de sus gustos) ejemplo

El tratamiento para cuando se diagnostica este trastorno se compone de una parte farmacológica y otra terapéutica.  A través de fármacos se busca reducir las conductas de nerviosismo e inquietud motora; y con terapia psicológica se intentan tratar los problemas conductuales y el modo de cómo interacciona el niño con su ambiente. Además, los ejercicios de mindfulness para niños han ofrecido respuesta muy favorables a la hora de reducir estos síntomas que se consideran propios del TDH. Gracias a la práctica del mindfulness en las escuelas se ha logrado reducir los problemas asociados con la atención y la concentración, también con la baja tolerancia a la frustración y la incapacidad para frenar los impulsos.
                         Imagen relacionada


Para que comprendáis mejor como se siente una persona que sufre TDH aquí os adjunto dos vídeos de dos personas contando su experiencia:

Xavier Alconerohttps://youtu.be/lDN9FyILDN8

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